Es una quiche de un sabor fantástico.
Primero necesitamos un chile poblano, el cuál asamos sobre la flama volteándolo hasta que esté quemadito por todos lados, lo ponemos en una bolsa de plástico a que sude y después lo pelamos, lo lavamos, lo abrimos, le retiramos las venas, semillas y el cabito y lo hacemos rajas.
Necesitamos pasta de hojaldre, la ventaja es que ya la venden preparada, yo lo que hago es que compro 3 kilos y la divido en cuadros y los congelo por separado y así siempre tengo en casa. Bueno espolvoreamos un poco de harina en la mesa y extendemos nuestra pasta de hojaldre con un rodillo a que tenga el tamaño del molde que vayamos a usar, la ponemos entonces en el molde y recortamos lo que se salga de éste y con un tenedor picamos un poco la base.
En una pequeña cacerola ponemos una cucharadita de aceite, cebolla picada, un diente de ajo picado y las rajas del chile poblano.
En un tazón rallamos más o menos media taza de queso gruyère o gouda, añadimos 4 huevos, les ponemos sal, pimienta, 4 cucharadas de crema, una cucharada de harina y las rajas ya guisadas. Revolvemos muy bien y vaciamos sobre la pasta de hojaldre.
La metemos al horno a 250 º aproximadamente 40 minutos, la sacamos cuando veamos que ya está doradita la masa y por encima.